La aeroponía es una forma de cultivo hidropónico.

Los sistemas hidropónicos tradicionales tienen las raíces en contacto constante con el agua, sumergidas, inundadas, goteando o expuestas dentro de una fina capa de solución nutritiva.

En los sistemas aeropónicos, las raíces están suspendidas en el aire en un espacio oscuro y cerrado donde se rocían con una fina niebla de solución nutritiva.

En los sistemas aeropónicos, las plantas suelen sostenerse en una estructura vertical, apoyadas en un vaso de malla con espuma fenólica que rodea el tallo, manteniendo las raíces suspendidas en el aire en la sección inferior, que debe ser oscura y cerrada, mientras que la canopia permanece arriba, a la luz.

Ventajas de un sistema aeropónico

Utilizar sistemas aeropónicos para cultivar plantas tiene muchas ventajas.

Las raíces de las plantas que crecen en un sistema aeropónico tienen un entorno ideal: la humedad siempre ronda el 100%, pueden absorber más nutrientes y se encuentran en un ambiente rico en oxígeno.

Unas raíces más grandes no implican necesariamente un mayor rendimiento, pero sí unas raíces más sanas, que absorben más solución nutritiva y son más resistentes a las enfermedades.

Esto permite obtener mayores rendimientos y rotaciones de cultivos más rápidas en comparación con la agricultura tradicional y también con otros métodos hidropónicos.

Un máximo de O2 significa también una menor acumulación de bacterias anaerobias en el depósito.

LA AEROPONIA LE PERMITE TENER MÁS CULTIVOS EN MENOS TIEMPO, en este sistema las raíces están expuestas al oxígeno, agua y nutrientes.

Desventajas de un sistema aeropónico

Como ocurre con todos los sistemas hidropónicos, existen algunas desventajas, como la necesidad de controlar y supervisar casi constantemente el pH y la CE (conductividad eléctrica) para garantizar que se mantienen unos niveles de nutrientes óptimos y seguros.

También existe el problema de la obstrucción de las bombas y los microtubos, que suele deberse a depósitos de sal y minerales o a la acumulación de bacterias y algas.

Si éstos se obstruyen y dejan de pulverizar, las raíces se secarán rápidamente y las plantas morirán también con rapidez, lo que no ocurre con otros sistemas en los que las raíces están constantemente sumergidas en solución nutritiva.

Así pues, el rendimiento de la solución nutritiva y de las bombas debe controlarse periódicamente para garantizar su correcto funcionamiento.

Una forma de hacer frente a los depósitos de sal o minerales es utilizar vinagre o una solución de limpieza en todo el sistema entre las rotaciones de cultivos.

La solución limpiadora o el vinagre descompondrán la sal y los depósitos minerales en las bombas y el depósito, manteniéndolos funcionando como deberían.

Para minimizar la acumulación de algas y limo bacteriano en el depósito, las bombas y los tanques, mantenga su depósito a prueba de luz.

La luz favorece el crecimiento de algas y bacterias. Añadir peróxido de hidrógeno al acuario cada vez que cambie la solución nutritiva también puede limitar el crecimiento de algas y bacterias.

Limpiar el acuario con una solución de lejía o un limpiador de alimentos cada vez que se cambie la solución nutritiva (semanalmente o con más frecuencia) también mantendrá a raya las algas y las bacterias, al tiempo que eliminará cualquier posible agente patógeno.

En resumen, se trata de una técnica de producción puntera, que presenta algunos inconvenientes, principalmente relacionados con la necesidad de un control intenso y de capital.

Algunos ejemplos:

• Coste inicial elevado, que requiere una gran cantidad de capital para la inversión;
• Sistemas para generar energía en caso de escasez, evitando la pérdida de producción;
• Mano de obra especializada;
• Dificultad para controlar la solución nutritiva.

La aeroponía es un sistema de cultivo en el que las raíces están suspendidas en el aire dentro de un tanque o tubo y son humedecidas constantemente por aspersores que generan una nube de solución nutritiva.

Este método no utiliza ningún tipo de sustrato, ya que los principales medios para este cultivo son tubos o recipientes donde las plantas puedan crecer y desarrollarse.

El aeroponía permite tener más cultivos en menos tiempo, ya que con este sistema las raíces están expuestas al oxígeno, el agua y los nutrientes, elementos clave para que los cultivos se desarrollen de forma óptima.

Con este método, es posible rotar los cultivos en menos tiempo ya que, gracias a sus características, la aeroponía permite acortar el periodo vegetativo y obtener más cosechas al año.

De este modo, la aeroponía presenta varias ventajas con respecto a otros tipos de cultivo, siendo las principales:

• Facilidad de oxigenación, ya que las raíces están expuestas al aire;
• Reducción significativa de plagas y parásitos, ya que es un sistema cerrado y no tiene contacto con el suelo;
• Aumento de la productividad;
• Las raíces de las plantas se desarrollan plenamente, ya que no hay ningún impedimento para el crecimiento como en el suelo;
• Algunos cultivos pueden producir hasta cinco veces más en comparación con el sistema convencional;
• Aumento del número de plantas por metro cuadrado.

Existen diferentes formas de construir un sistema aeropónico en casa, una de las cuales consiste en utilizar un recipiente con tapa como soporte, así como algunas cestas, un aspersor de 25 l/h, una bomba centrífuga de 4000 l/h, un taladro, plantones, agua y una solución nutritiva (se recomiendan soluciones en polvo muy solubles o soluciones hidropónicas en forma líquida).

El primer paso es ubicar un espacio que tenga corriente eléctrica cerca así como una toma de agua, además, este lugar debe recibir al menos nueve horas de luz para que las plantas puedan desarrollarse mejor.

Posteriormente, se reúnen todos los materiales en la zona donde se colocará el sistema.

El siguiente paso es montar el contenedor, es importante colocarlo sobre una superficie estable para evitar accidentes. Después de quitar la tapa, haz unos agujeros para colocar las cestas.

Tras perforar la tapa, se conecta la bomba al aspersor y se coloca dentro del recipiente, procurando dejar el cable fuera.

A continuación, se vierte la solución de agua y nutrientes sin tapar el aspersor y se agita hasta obtener un líquido homogéneo.

Por último, se coloca la tapa para recibir las plántulas dentro de las cestas y se conecta la bomba a la corriente eléctrica para que el sistema funcione.

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