Cría de camelias
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Si te encantan las camelias y quieres aprender a hacer reproducciones de camelias, este artículo es para ti.
A camelia es uno de los árboles de flor más apreciados y también uno de los más codiciados. Además de ser perenne y muy resistente, sus exuberantes flores no dejan indiferente a nadie.
Los aficionados a la camelia buscan constantemente nuevos ejemplares para su colección, por lo que los cultivadores se esfuerzan cada vez más en encontrar nuevas variedades para reproducir.
Reproducción por semillas
Como todas las plantas con flores, la camelia produce polen, que los insectos transfieren de flor en flor.
Como consecuencia, se forma una pequeña cápsula en el arbusto que, al abrirse, extenderá su semillas al suelo.
Cada semilla germinará cuando las condiciones sean favorables (en primavera), creando una nueva planta que crece lentamente. Es posible recrear este proceso de la naturaleza.
Sin embargo, este método representa un verdadero estímulo, ya que las plantas obtenidas tendrán un código genético y un aspecto físico diferentes de la planta que le dio origen.
Procedimiento
En otoño, las cápsulas se vuelven marrones y maduran, momento en el que se abren y liberan las distintas semillas que contienen. Antes de sembrar, las semillas deben dejarse seco durante quince días para que alcancen su punto óptimo.
No deben estar demasiado frescas, pues podrían pudrirse, ni demasiado secas, pues ya no recuperarían su poder germinativo.
Dado que la germinación sólo se produce en primavera, cuando sube la temperatura, es esencial que las semillas mantengan inalterado su poder germinativo hasta entonces, para lo cual debe recurrirse a la estratificación.
Reproducción por injerto
Si tienes una camelia que es tu favorita o, si con la reproducción por semilla has conseguido una planta que te llena el alma y ahora quieres reproducir fielmente todas sus características, una de las técnicas más utilizadas es el injerto .
Ver también: Conoce la Cota tinctoriaProcedimiento
Para injertar un portainjertos El portainjerto es una rama del árbol huésped que se corta para recibir la púa (y Camelia japónica o Camelia sasanqua ).
Un injerto es una punta de la variedad con las cualidades que se quieren reproducir, que se desea introducir en el árbol huésped. Los injertos deben cortarse de las puntas más viables y su tamaño debe ser del mismo diámetro que el del patrón.
El momento ideal para realizar el injerto es antes de la primavera, antes de que el patrón y la púa empiecen a florecer o a dar yemas.
Tras el injerto, corte las hojas por la mitad y coloque las plantas a la sombra. El riego debe ser frecuente y las hojas se deben rociar hasta que cicatricen.
Es muy importante mantener el injerto siempre húmedo para que no se deshidrate. El proceso de soldadura dura dos meses y, tras este periodo, la planta debe adaptarse a su nueva vida.
Reproducción por alporchia
La alporquia es uno de los métodos de reproducción más antiguos. Consiste en estimular el crecimiento de raíces en una rama de una planta, sin separarla de la planta madre.
Procedimiento
En primavera, seleccionan ramas joven y no demasiado gruesa (1 cm de diámetro) y sobresale un anillo de corteza alrededor de la rama (de 1 a 2 cm de ancho).
Al quitar la corteza, interrumpimos el flujo de la savia elaborada, que es rica en aminoácidos producidos por la fotosíntesis en las hojas.
Cortar el descenso de esta savia favorece la acumulación de nutrientes en la zona cortada, lo que en última instancia fomenta el desarrollo de raíces adventicias.
El corte en anillo debe envolverse con turba, musgo o incluso tierra. A continuación, envuelva el sustrato con plástico negro, atado en ambos extremos.
Debe dejarse un pequeño orificio en la parte superior para regar el sustrato, teniendo en cuenta que en verano los riegos deben ser más frecuentes. Las raíces aparecen al cabo de uno o dos años.
Con la raicilla formada, se separa de la planta madre en invierno y se planta en maceta, manteniendo las plantas a la luz velada hasta que se adapten.
Reproducción por esquejes
La reproducción por esquejes consiste en plantar esquejes de tallo, raíz u hoja que, cuando se plantan en un medio húmedo, se convierten en nuevas plantas .
Tanto el Camelia japónica a partir de Camelia sasanqua tienen buena capacidad de enraizamiento.
Procedimiento
Cosecha de la pilas debe realizarse en los brotes jóvenes y semileñosos (con una corteza ligeramente marrón) del año, es decir, en los meses de junio/julio.
Se pueden utilizar esquejes de punta o axilares de unos 8 a 10 cm, dejando una o dos hojas.
Ver también: Tener o no tener plantas en el dormitorio, esa es la cuestiónEstas hojas deben cortarse por la mitad para reducir la superficie de transpiración y evitar la deshidratación. La base debe cortarse con un cuchillo bien afilado, desinfectado y biselado; de esta forma el corte tiene una mayor superficie de enraizamiento.
Debe hacerse lo más cerca posible del nudo, pero por debajo de él, ya que es la zona donde hay reservas con mayor propensión a la emisión de raíces.
Una vez que el esqueje esté listo, debe plantarse en un jarrón Para acelerar la emisión de raíces, se pueden aplicar hormonas de enraizamiento.
Su aplicación requiere cierto cuidado en la dosificación, ya que un uso excesivo puede impedir el desarrollo de los cogollos.
Los esquejes pueden cubrirse con una botella de plástico invertida para conservar la humedad; nunca descuides el riego, que debe ser frecuente, ni las hojas, que siempre deben pulverizarse.
Seis meses después de la plantación, los esquejes ya deben estar enraizados y tener algunas hojas. En ese momento, se pueden trasladar a pequeñas macetas con un sustrato adecuado para camelias.