El acolchado aporta numerosas ventajas a las plantas del jardín y puede ahorrar mucho trabajo. El acolchado consiste en cubrir el suelo alrededor de las plantas para protegerlas del frío, el calor o la sequía.

Como norma general, basta con extender una capa de 5 a 10 cm de grosor. Los materiales son diversos: orgánicos, como compost, estiércol u hojas; o inorgánicos, como plástico y arena. Debe aplicarse sobre suelo limpio, sin malas hierbas y ligeramente húmedo.

Antes de poner: L impugnar el suelo

• Para que los mantillos funcionen, es importante colocarlos sobre un terreno bien despejado y es necesario eliminar todas las malas hierbas.
• A continuación, debe airear superficialmente la tierra con una pequeña azada o cultivador para que quede suelta.
• Por último, riegue abundantemente pero sin empapar. La tierra no debe estar demasiado húmeda pero debe tener algo de humedad antes de colocar el material de acolchado.

Modo de aplicación: Cubrir las raíces

• En el caso de plantas pequeñas, se aplica a lo largo de la copa, pero sin que el material cubra la rama principal o el tronco. En los parterres, se coloca en los huecos entre las especies.
• Los mantillos son útiles todo el año. Se colocan inmediatamente después de plantar y se renuevan en primavera y otoño.

Características

• Mantienen el suelo caliente, húmedo y estructurado, creando un microclima favorable. Esto significa menos riego en verano y protección de las raíces contra el frío o la sequía.
• Buena nutrición de los microorganismos y pequeños seres vivos del suelo, que producen humus y sustancias nutritivas. El suelo retiene los nutrientes durante más tiempo.
• Protección del suelo contra el viento y la intemperie y prevención del endurecimiento y el encharcamiento.
• Restringe o impide que la luz llegue a la superficie del suelo, lo que inhibe el crecimiento de las malas hierbas. La turba y la grava son dos buenos materiales de acolchado.

Materiales

Ecológico: Corcho, turba, compost

• Los mantillos orgánicos deben tener una estructura suelta que permita que el agua penetre en ellos. Al descomponerse, mejoran el suelo.
• El corcho triturado es muy útil porque impide que germinen las semillas y las malas hierbas, además de ser muy decorativo.
• La turba, el compost y el estiércol son atractivos y en capas gruesas sirven para eliminar las malas hierbas. El único problema es que desaparecen rápidamente.
• Más económicos, pero no por ello menos eficaces, son la paja y el papel de periódico. La paja es ideal para proteger del frío. La hierba cortada debe colocarse al final de las cubiertas.

Inorgánicos: Grava, arena, cartón

• Los acolchados inorgánicos también cumplen eficazmente la función de proteger el suelo y evitar las malas hierbas, aunque no lo dotan de nutrientes.
• Las láminas de plástico deben fijarse al suelo para evitar que se suelten con el viento. Una desventaja es que una vez extendidas es imposible añadir materia orgánica, pero si es necesario se puede añadir abriendo pequeños agujeros en el plástico.
• La arena y la grava ofrecen muchas ventajas para el control de las malas hierbas. Son atractivas y baratas, ideales para proteger del frío y retener la humedad, y constituyen uno de los mejores mantillos para zonas ornamentales.
• El papel y el cartón pueden y deben utilizarse con arena o grava. Debes fijarlos bien para que no se suelten.

Cómo instalar una cubierta de plástico

1- Utilice una lámina de polietileno negro, disponible en algunos centros de jardinería. No utilice plásticos transparentes o perforados.

2- Extienda el producto sobre la zona a proteger y cúbralo con grava para que dure más tiempo. Para plantar, haga agujeros en el plástico.

3- La lámina de plástico es ideal para controlar las malas hierbas y mantener la tierra caliente y húmeda. Muy útil en el huerto.

Ilustraciones: Stefanie Saile