La piña: fuente de fibras textiles
![La piña: fuente de fibras textiles](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704.jpg)
Tabla de contenido
![](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704.jpg)
![](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704.jpg)
Piña ( Ananas comosus ) pertenece a la familia Bromeliaceae y es una planta originaria de las selvas tropicales de Sudamérica y el Caribe.
Ver también: Cómo cultivar arándanosLa piña es una infrutescencia (estructura compleja resultante de la concrescencia del fruto, el eje de la inflorescencia, los pedicelos y las brácteas) que consumían las poblaciones amerindias mucho antes de la llegada de los europeos al Nuevo Mundo (Cristóbal Colón encontró piñoneros en la isla de Guadalupe en 1493).
Producción de piña en las Azores
La piña se introdujo en Europa a finales del siglo XVII, cuando, al igual que hoy, se cultivaba en invernaderos con calefacción.
En Portugal, el cultivo de la piña se limita a la isla de São Miguel, donde fue introducida a mediados del siglo XIX por José Bensaúde (1835-1922), en una continua búsqueda de cultivos alternativos al naranjo.
La primera exportación de piñas de las Azores al mercado inglés tuvo lugar en noviembre de 1864, cuando José Bensaúde envió algunas piñas a su corresponsal comercial inglés, que estarían destinadas a la mesa de la reina Victoria (1819-1901).
![](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704-1.jpg)
![](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704-1.jpg)
Leer más: Piña, DELICIOSA Y SALUDABLE
Fibras textiles de piña
Además de la piña, con esta planta se pueden fabricar fibras textiles a partir de sus hojas.
Para extraer las fibras, se cosechan las hojas exteriores y, a mano, mediante un sencillo proceso de deshojado (stripping), se eliminan también las capas exteriores (epidermis, parénquima), utilizando un objeto con bordes afilados, por ejemplo, un coco roto o fragmentos de loza.
Ver también: 10 ideas para utilizar la lavanda![](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704.png)
![](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704.png)
Después de esta etapa, las fibras se sumergen en agua para que los microorganismos descompongan los residuos de estructura vegetal aún adheridos a las fibras (como ocurre durante el curtido del lino).
Este periodo de inmersión duraba tradicionalmente unos cinco días, aunque hoy en día es mucho más rápido (unas horas), ya que se añaden compuestos químicos para acelerar el proceso. Tras este proceso de maceración, las fibras se lavan, se secan al sol, se separan de cualquier resto de materia y se hilan para ser tejidas.
De una tonelada de hojas se obtienen entre 22 y 27 kilos de fibra.
El cultivo de plantas para la producción de fibra se realiza en condiciones de sombra y los frutos se retiran cuando aún están inmaduros, para que la planta pueda invertir más nutrientes en el crecimiento de las hojas, y éstas puedan alcanzar mayor longitud y, en consecuencia, producir fibras más largas.
El cultivar 'Perolera' es el más apreciado porque sus hojas son largas y anchas. Las fibras son de color crema, con un brillo similar al de la seda y extraordinariamente resistentes a la tracción.
![](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704-2.jpg)
![](/wp-content/uploads/plantas/4308/im7gkpy704-2.jpg)
Producción de fibra de piña en Filipinas
Aunque se utilizan en distintas regiones del mundo (India, Indonesia, etc.) para muchos objetos diferentes (sombreros, zapatos, redes de pesca, etc.), ningún otro país tiene una tradición tan fuerte en el uso de estas fibras como Filipinas.
Los españoles llevaron el árbol de la piña a Filipinas durante el siglo XVI (el primer registro de producción de telas de piña se remonta a 1571) y esta nueva fibra fue rápidamente aceptada por los nativos, que dominaron refinadas técnicas de extracción y procesamiento de fibras vegetales, como las obtenidas del Musa textilis (cáñamo de Manila).
Tejidos de fibras de piña
En el siglo XIX, los extranjeros que visitaban Filipinas describían a menudo los magníficos tejidos bordados que se producían en los conventos de Manila, y las autoridades coloniales enviaron ejemplares a la Gran Exposición Universal de Londres (1851).
En Europa, durante la década de 1860, empezaron a conocerse y valorarse los tejidos y bordados realizados con fibras de piña.
La princesa Alexandra de Dinamarca (1844-1925) recibió un regalo elaborado con estas fibras cuando se casó con el heredero al trono inglés (el futuro rey Eduardo VII) y la reina Isabel II de España (1830-1904) lució un vestido de baile confeccionado con fibras de piña.
En Filipinas, aunque el cultivo de piña para fibra está presente en varias zonas, la provincia de Aklan es la que produce los tejidos más apreciados y donde la tradición es más antigua.
Estos tejidos tradicionales se denominan piña que es el nombre vernáculo español de la piña, y se utilizan para confeccionar el traje nacional - barong tagalog que puede alcanzar un precio elevado (unos 1.000 euros) y suele ofrecerse a jefes de Estado y dignatarios visitantes.
Las fibras de piña pueden tejerse con otras fibras naturales (seda, algodón) o sintéticas para obtener tejidos con diferentes texturas y propiedades.
Fotos: Luís Mendonça de Carvalho
¿Le ha gustado este artículo? Entonces lea nuestra Revista, suscríbase al canal Jardins en Youtube y síganos en Facebook, Instagram y Pinterest.