Verdura del mes: acelga
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La acelga es muy versátil. Aprenda a cultivar esta planta que puede comerse en ensaladas, guisada, cocida, en sopas o en otros platos calientes.
19 kcal por 100 g y una fuente de vitamina A, vitamina C y hierro
Beta vulgaris var. cicla
Altura : 30-40 cm.
Época de siembra
Esta siembra debe realizarse en primavera o verano, para cosechar en otoño, o en verano, para cosechar la primavera siguiente.
Lugar recomendado para crecer
Se adapta a cualquier tipo de suelo, pero prefiere los de textura media, ricos en materia orgánica y con pH neutro o ligeramente alcalino.
Es un cultivo de estación fría, poco exigente en intensidad luminosa, con cierta tolerancia al calor; sin embargo, cuando las hojas ya están bien desarrolladas, presentan cierta sensibilidad al calor.
Mantenimiento
Es exigente en cuanto a humedad y debe regarse con regularidad. El acodo puede ayudar a retener la humedad del suelo y a controlar las malas hierbas.
No es un cultivo muy exigente en compost; se puede aplicar compost curtido o compost fresco del cultivo anterior.
¿Lo sabías?
La acelga, cuando se cultiva en regiones tropicales y subtropicales (en estas regiones debe cultivarse en zonas altas) se comporta como un cultivo perenne debido a la ausencia de invierno.
Más información: Curiosidades tropicales
La acelga (Beta vulgaris var. cicla) es una planta resistente y bienal (tarda 24 meses en completar su ciclo biológico) de la familia de las Chenopodiaceae, que pertenece a la misma especie que la remolacha, pero se diferencia de ésta en que no produce una raíz comestible, ya que era una variedad seleccionada por la morfología de sus hojas.
Las acelgas ya eran consumidas por los romanos y eran bastante habituales en las sopas europeas de la Edad Media.
Las acelgas pueden adoptar una gran variedad de colores, desde amarillo, naranja, rosa, etc. y son muy versátiles en la cocina: se pueden consumir en ensaladas, guisadas, cocidas, en sopas u otros platos calientes de forma similar a las espinacas.
Ver también: Flores comestibles del huertoTiene un alto contenido en vitaminas A y C y es rico en hierro.
Condiciones óptimas de cultivo
La acelga es un cultivo que se adapta bien a cualquier tipo de suelo, pero prefiere los de textura media, ricos en materia orgánica y con un pH neutro o ligeramente alcalino.
Es un cultivo de estación fría, poco exigente en intensidad luminosa, con cierta tolerancia al calor, sin embargo, cuando las hojas ya están bien desarrolladas, presenta cierta sensibilidad.
Los cambios bruscos de temperatura son perjudiciales para la planta y, cuando son demasiado extremos, inducen la brotación. La temperatura óptima para el desarrollo de la planta oscila entre 15 y 25 °C.
Siembra y/o plantación
Las acelgas deben sembrarse en primavera o a principios de verano para cosecharlas en otoño o en verano para cosecharlas en la primavera siguiente.
Antes de sembrar, remojar las semillas en agua fría durante uno o dos días. Sembrar a una profundidad de 2,5 cm en un cuadrado de 30 x 45 cm.
Ver también: Naterial abre en Alcantarilha, AlgarveLa temperatura óptima para la germinación es de 18-22 °C y la emergencia se produce al cabo de siete a diez días.
La plantación puede realizarse a mediados de abril, o cuando la planta alcance 8 cm de altura, utilizando el mismo compás (30 x 45 cm).
Rotaciones y consociaciones favorables
Asociaciones favorables: judías verdes, ajo, zanahorias, colinabo.
Asociaciones desfavorables: puerro.
Atención cultural
Al ser una planta con una gran masa foliar, es exigente en humedad y este contenido debe mantenerse constante.
El apilamiento puede ayudar a retener la humedad del suelo y a controlar las malas hierbas. No es un cultivo muy exigente en compost; puede aplicarse compost curtido o compost fresco del cultivo anterior.
Recolección y conservación
Las acelgas están listas para la cosecha unos 50-60 días después de la siembra. Se pueden cosechar las hojas o la planta entera.
Se recomienda cortar las hojas con un cuchillo muy afilado, empezando por las hojas exteriores, cortándolas desde la base y evitando dañar la planta para que puedan desarrollarse nuevas hojas.
La recolección puede escalonarse a lo largo de dos o tres meses. Tras la cosecha, pueden conservarse en el frigorífico durante 3-5 días.
Si desea congelarlas, sumerja primero las hojas en agua hirviendo, después en agua helada y guárdelas en un recipiente hermético en el congelador.
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