Pocas plantas evocan tan bien las imágenes del Mediterráneo como la vid: largas tardes de verano pasadas lánguidamente a la sombra de las espalderas.

La vid ( Vitis vinifera L. ) es una planta perenne originaria de Asia occidental y Europa meridional que, según se dice, tuvo como antecesor al V. vinifera ssp. sylvestris L La historia del cultivo de la vid se remonta al Neolítico y está asociada al desarrollo de la alfarería. Hay noticias de su cultivo en la Península Ibérica desde la época de los fenicios, pero los egipcios también eran grandes amantes de la uva y sus derivados.

En la antigüedad clásica el culto al vino está bien representado, desde Dionisio, dios al que adoraban los griegos y más tarde Baco, el dios romano de la uva y el vino. Hay muchos estudios antropológicos y sociales de gran interés sobre este tema que parece ser casi tan antiguo como la civilización misma. Sin embargo, para el contexto de este artículo es importante mencionar los muchos usospropiedades medicinales de la uva y sus derivados.

Me atrevería a decir que quizá las partes más interesantes sean las hojas rojizas de las variedades de uva tinta y las semillas para la extracción del aceite de pepita de uva. Y la propia uva, por supuesto.

Constituyentes y propiedades

En la piel de la uva se sintetiza una sustancia (fitoalexina) como respuesta al ataque del hongo Botrytis. Esta sustancia tan estudiada, el resveratrol, hoy en boga por sus propiedades antiinflamatorias y antienvejecimiento, protege las células contra los efectos nocivos de todo tipo de contaminantes ambientales, es un anticoagulante sanguíneo, combate la aterosclerosis, se utiliza entratamientos postmenopáusicos, en curas de adelgazamiento, en problemas de Alzheimer, tiene una acción neuroprotectora, disminuye los niveles de colesterol, ayuda en curas de adelgazamiento.

Gracias a su colorante, la enocianina, la uva es un excelente tónico para el organismo, rico en un importante antioxidante, la quercitina, que purifica la sangre y refuerza los vasos sanguíneos. La uva negra, sin embargo, es más rica en polifenoles cardioprotectores.

Las uvas son ricas en vitaminas A, B y C, B1, B2, B5 y B6 - proteínas, minerales como potasio, calcio, hierro, silicio, magnesio, manganeso y sodio.

Comiendo uvas o bebiendo uno o dos vasos de vino tinto o zumo de uva al día nos beneficiaremos de las propiedades terapéuticas de esta fantástica planta. Es preferible que éstas procedan de la agricultura ecológica y que el vino se elabore sin añadir sulfitos (E 220 y E 228), que no son nada beneficiosos para nuestra salud. Siempre que se añadan más de 10mg por litro de vino es obligatoriomencionarlo en la etiqueta.

Estos sulfitos son a menudo la causa de migrañas, náuseas y problemas hepáticos. Las hojas, muy utilizadas en la cocina de los países del sur del Mediterráneo, son ricas en taninos y flavonoides, y se pueden utilizar en infusión para aliviar los dolores menstruales, la diarrea, en uso interno y externo tienen una acción venotónica y astringente, son diuréticas y hepatoprotectoras debido a suantocianinas.

Quienes comen uvas y tiran las pepitas deben saber que están excluyendo una parte importante de la fruta, ya que el hueso es rico en ácidos grasos insaturados y polifenoles con propiedades antioxidantes, y puede utilizarse interna o externamente en diversos tratamientos cosméticos como regenerador cutáneo, estimulando la producción de colágeno, combatiendo la aparición de arrugas y haciendo la piel más elástica.Este aceite también se puede utilizar en tratamientos para varices, hemorroides y otras

patologías asociadas a problemas venosos.

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